Tal y como se ha pedido en la asignatura de las TIC en didáctica de ELE (Espejel O. y Pujolà J.T.), se ha llevado a cabo una "clase" de español con una alumna islandesa mediante una videollamada de Facebook. La tarea consistía en realizar un análisis de necesidades de una estudiante para averiguar su nivel de español, el tiempo que llevababa estudiándolo y los aspectos que más le interesaban tratar, puesto que a partir de ahí se iba a trabajar juntos en otras tareas. Además, se ha pedido que se grabara la entrevista mediante alguna aplicación.
Lo que más me ha sorprendido ha sido que mi estudiante fuera nativa de herencia de español, por lo que a mi entender es algo muy especial y llamativo. En consecuencia, como profesor de ELE me he encontrado en una situación bien distinta, incluso, me ha parecido curioso conocer su historia y la percepción que tiene ante los idiomas que habla, tanto en las instituciones educativas como en casa con su familia.
Por lo que concierne a la tarea en sí, no ha sido algo nuevo para mí, puesto que tengo experiencia previa en dar clases de lenguas extranjeras en línea. No cabe duda de que esta forma de enseñar y aprender tiene un formato diferente al tradicional en el que profesor y alumno interactuan cara a cara en un aula física donde la relación, a mi juicio, es más real y auténtica. Al contrario, una clase realizada a través de una videollamada, es decir, enseñar y aprender ante una pantalla implica una serie de restricciones y ventajas a la vez, lo cual requiere un cambio de perspectiva didáctica en la que se promueve de alguna manera un aprendizaje alternativo. No quiero entrar en detalle en cuanto a los pros y contras de la tecnología en la educación, pero sí quisiera mencionar que la considero una herramienta adicional para hacer educación en el aula de ELE.
Como he mencionado anteriormente, el encuentro que he realizado con la alumna islandesa ha resultado de cierto modo peculiar y positivo, sin embargo, a lo largo de la entrevista me he encontrado, por así decirlo, desprevenido para llevar a cabo un análisis de necesidades bien planteada, puesto que era la primera vez que lo hacía como profesor de ELE en línea. Con el término desprevenido no me refiero a que no tenía ideas ni una estructura secuencial en la que poder hablar sobre determinados temas, sino al desconocimiento de pautas bien elaboradas de análisis de necesidades, es decir, no estaba tan familiarizado con este tipo de tarea que, a primera vista, parecía sencilla de realizar. Durante la videollamada ha habido un problema de conexión, afortunadamente ha ocurrido al final de la entrevista. Por tanto, cuando se imparten clases en línea hay que tener en cuenta los problemas técnicos que conlleva al usar internet. Hay que saber manejar las plataformas y las aplicaciones para poder resolver cualquier inconveniente que impida la comunicación. De hecho, he terminado el análisis de necesidades hablando por whatsapp y despidiéndome de la estudiante.
En suma, la experiencia ha sido positiva y me ha aportado ideas futuras en las que poder trabajar con mis alumnos de español como lengua extranjera, ya que ayuda y favorece a su manera tanto la enseñanza como el aprendizaje.
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