Cierre Máster FPELE
- Maurizio Salvatore Idili
- 21 jul 2019
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 23 jul 2019
¡Qué mejor manera de celebrar mis diez años metido en la educación y enseñanza que con la finalización del Máster de Formación de Profesores de Español como Lengua Extranjera!

Todo empezó con un sueño, la típica chispa que suele encender mi alma y me empuja al atrevimiento, al salir de la zona de confort. Sabía que esa chispa era una señal que indicaba sigilosamente que ese era mi camino y que se estaba plasmando según mi vocación, o en palabras de Paulo Coelho, según mi Leyenda Personal. La fusión de la pedagogía con la enseñanza de idiomas, que representa cada uno los talentos que poseo, es decir, los valores de una educación positiva y el don de los idiomas, hicieron que tomara la decisión de adentrarme en el mundo de ELE, un mundo fascinante y repleto de innovación y experiencias. Desde que tomé dicha decisión, creo firmemente que la motivación que tenía entonces no la he perdido, sino todo lo contrario. A medida que iba explorando las entrañas de la enseñanza del español como LE, me di cuenta de que yo, tanto profesionalmente como personalmente, podía aportar mi granito de arena y que al mismo tiempo ella podía hacer lo mismo conmigo. De hecho, al estar donde he llegado hasta la fecha, noto con cierto entusiasmo que he madurado muchísimo, especialmente al estar rodeado de personas magníficas y cojonudas. De l@s profesor@s a l@s compañer@s de clase, de los proyectos acudidos (ProPic, Encuentro Práctico de ELE, entre otros) a las prácticas docentes, del buscarme la vida en Barcelona a conocer personas de todos los rincones del mundo. Puedo estar más que orgulloso de mi recorrido y mis logros. Pero ¡ojo! Esto no es nada más que el comienzo de una nueva y gran aventura.
Durante este último período, he intentado reflexionar sobre todo lo que he logrado y realizado en el Máster, al igual que sobre mis derrotas y dificultades encontradas. Sin embargo, por muy caviloso que sea, no consigo averiguar hasta qué punto he crecido como profesor y como persona. Son tantas las cosas que debería tener en consideración que he perdido incluso la cuenta. Creo que solo el tiempo me ayudará a analizar despacio esta tremenda etapa que, sin duda alguna, ha sido significativa para mi vida, consciente de haberle dado la vuelta para plasmar con todas mis fuerzas mi vocación.
Desde un punto de vista personal, es cierto que he demostrado a mí mismo que soy bilingüe funcional de español e italiano, con el catalán como lengua de herencia. Gracias a la asignatura de Adquisición de Segundas Lenguas, impartida por la Dra Elisa Rosado, pude explorar las teorías de aprendizaje de lenguas extranjeras, con lo cual me permitió conocer con mayor precisión y a nivel científico cuál era mi identidad (etiqueta) lingüística. Es decir, qué tipo de hablante soy de los idiomas que sé hablar. Tanto es así, que ya no me valen comentarios como “Ah además tú no eres nativo de español, así que ¡felicidades!” o “Oye, hablas muy bien español”. Cabe destacar que todo esto lo afirmo con mucha humildad, ya que para llegar a esta conclusión tuve que ponerme a prueba constantemente.
Con respecto a lo que concierne la lengua española en sí, las asignaturas Gramática Pedagógica, Lengua en contexto, Lingüística textual y Enseñanza de léxico beneficiaron los conocimientos que tenía en relación con el uso práctico y funcional de la gramática española, por lo que noté un gran cambio en mí acerca de cómo me desenvolvía en dicha lengua y, sobre todo, de las distintas formas que existen para enseñarla a los estudiantes extranjeros de manera contextualizada, con el fin de conseguir una comunicación eficaz y práctica.
Hoy en día, ya no es una novedad que la tecnología se ha incorporado en lo que tiene que ver con el mundo de la educación, especialmente gracias a su sinfín de herramientas que ofrece para poder enseñar cualquier tipo de asignatura. De hecho, el curso de Las TIC en didáctica de ELE resultó ser de gran ayuda para ampliar los recursos que disponemos los profesores a la hora de preparar las sesiones o de utilizarlos en el aula. De alguna manera me siento un profesor moderno que se ha puesto al tanto de todo. especialmente por haber explorado este mundo digital que nos rodea.

Cómo profesor siempre se me ha dado bien la gestión de grupos y la didáctica en general. De hecho, al cursar las asignaturas de Metodología, Análisis y diseño de materiales de ELE, Evaluación en el aprendizaje de ELE, Procesos de aprendizaje e instrucción de lenguas, pude volver a profundizar en esta área de la enseñanza enfocada en ELE, ampliando en gran medida las estrategias y técnicas pedagógicas aplicables de manera práctica y directa en el aula. A esto hay que añadir que las prácticas docentes en la Escuela Oficial de Idiomas de Vall d’Hebron fue una etapa extremadamente importante para mí, ya que gracias a la supervisión de la profesora María Rodríguez, pude darme cuenta de que tenía aquellas capacidades para poder ejercer mi profesión con desenvoltura y, además, me fijé en que aún tenía mucho potencial por descubrir y desarrollar. Pero más que todo, me di cuenta que la actitud que tenía hacia esta maravillosa profesión era la adecuada, bueno, ya lo sabía, pero a veces necesito que me lo recuerden para darme los ánimos a seguir adelante con el mismo entusiasmo con el que empecé a trabajar en la educación.
Otro aspecto que me gustaría evidenciar es que, a lo largo de estos dos últimos años, las asignaturas Conceptos fundamentales en didáctica de L2 e Investigación en didáctica de L2 resultaron tener un impacto positivo en mi formación, puesto que la primera me introdujo a lo que constituye el mundo de ELE, tanto con su historia científica como con sus teorías acerca de la enseñanza/aprendizaje de segundas lenguas. Y en cuanto a la segunda, a partir de mi experiencia previa, pude desarrollar aquellas habilidades para seguir estudiando mediante un trabajo autodirigido o autónomo dentro de lo que cabe en la enseñanza de ELE. Normalmente como persona siempre he sido autodidacta en todo lo que aprendía y ahora, a través de dicha asignatura, creo que mi futuro se podría dirigir hacia el área investigativa.
Es bien sabido que cada lengua alberga una cultura, ya que estas están estrechamente vinculadas entre ellas. Por tanto, durante la realización del máster, me decanté por cursar la asignatura de Cine y literatura en la enseñanza de ELE con el fin de ampliar mis conocimientos culturales de España mediante películas, libros, poesías, obras teatrales, entre otros, para luego trasladarlos al aula de ELE para ser utilizados como recursos didácticos para enseñar la lengua española.

Por lo que se refiere al curso de Pronunciación en la didáctica de ELE, no cabe duda de que fue el curso más significativo que, en cierto modo, representa y engloba todo lo que ha sido el aprendizaje realizado a lo largo de este Máster. En las últimas décadas, se ha venido afirmando que la pronunciación al aprender una lengua extranjera desempeña un rol importante, ya que está presente en cada una de las destrezas que describe detalladamente el MCER (2002, 2018). Este creciente interés acerca de lo que constituye el habla oral del español me impulsó a proyectar la línea de investigación para el Trabajo Final de Máster (TFM) hacia tal asunto. A la hora de llevar a cabo el TFM, pude poner en práctica todos mis conocimientos teóricos y prácticos y aplicarlos al tratamiento de la pronunciación, en particular, de la prosodia en la enseñanza de ELE. Dediqué meses a este estudio para que quedara redondo y aportara algo innovador y útil. Igual debería agradecer a Dra Natalia Fullana por su incansable y constante tutorización para que esto fuera posible. De hecho, me concedió la posibilidad de trabajar para la Universitat de Barcelona como profesor de Español para estudiantes Erasmus durante tres meses. Viendo los resultados obtenidos, podría decir que superé mis expectativas. Además, me di cuenta de que podría seguir investigando a partir de ello en futuro.

Dejando a un lado el plan de estudios, me gustaría poner en evidencia que me siento realmente honrado por haber tenido profesores y profesoras de una envergadura increíble. Las cosas siempre pasan por algo, al igual que lo que me pasó a mí en el máster coincidiendo con el último año laboral de dos eminencias del mundo de ELE, Ernesto Martín Peris y Miquel Llobera. Estoy orgulloso de haber sido su alumno.

Igualmente, otra experiencia destacable es el proyecto al que participé en Kiel (Alemania) con el ProPic. Una experiencia internacional en la que conocí personas lindas y profesionales. Pudimos compartir nuestras experiencias como profesores, visitar escuelas con distintas metodologías educativas, entrevistar a docentes expertos, acudir a conferencias sobre la nueva educación y realizar durante una semana intensiva un estudio sobre el papel que desempeñan las TIC dentro de la enseñanza de idiomas.
Para terminar, creo que la formación recibida del Máster FPELE me será útil tanto a corto como a largo plazo, consciente de que conceptos como “aprender a aprender” y “lifelong learning” representarán el estilo de aprendizaje con el que seguiré formándome en los años que vendrán. Es cierto que echaré de menos a mis compañer@s de máster, a l@s profesor@s y a nuestras rutinas, pero ya ha llegado el momento de que cada uno siga su camino con la esperanza de que se crucen de nuevo para compartir nuestras experiencias y crecer juntos para aportar nuestro granito de arena no solo al mundo de ELE, sino también a la educación en general, con el fin de mejorarla y de mejorar nuestra sociedad.
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